martes, 14 de agosto de 2012

Thor nº 1-7

Guion: Matt Fraction
Dibujo: Pasqual Ferry
Color: Matt Hollingsworth
Formato: Grapa, 24 págs., color.
Editorial: Panini (mayo-noviembre de 2011)

Lo mejor: Los dibujos de Pasqual Ferry y el regreso de Loki en forma de niño.

Lo peor: La historia no es emocionante y toma unos giros argumentales mu' raros.

Puntuación: 5 sobre 10.

El Thor de Matt Fraction y Pascual Ferry nacía como parte de la Edad Heroica, el relanzamiento del Universo Marvel con el que se quería escapar del enfoque oscuro que se había vivido durante estos últimos años a raíz de algunos eventos como Civil war o Invasión secreta. Como suele ocurrir, muchos de estos relanzamientos son un tanto artificiales, ya que en algunos casos ni tan siquiera cambian los autores que había hasta el momento, así que es mejor coger estas cosas con pinzas.

Pero bueno, vamos al tema que nos ocupa: en el caso de Thor, se venía de la -interrumpida- etapa de Joseph Michael Straczynski con la que se había traído de vuelta este personaje y al resto de dioses de Asgard, ahora alojados en la ciudad norteamericana de Broxton. Por otra parte, la participación del Dios de Trueno en el evento Asedio fue fundamental, pues su hermano, Loki, provocó la destrucción del reino, si bien en última instancia perdió la vida -otra vez, sí. Con estos antecedentes, Fraction coge el timón de la serie y plantea una historia de siete episodios en la que los asgardianos tienen que hacer frente a una nueva amenaza. Se trata de unos devoradores de mundos, una raza de seres que está arrasando con los Nueve Mundos y que pretende llegar hasta el mismo Asgard.

Estos villanos -maldita la gracia de los nombres que tienen, que son tan complicados que no hay forma de recordarlos-, pues sí, es verdad que son impactantes, con esa piel roja, con esas vestimentas futuristas que lucen, con toda esa sangre que cae del cielo cuando aparecen... Pasqual Ferry se curró los diseños, sí, y aparentemente, son la hostia. Pero seamos realistas: estos tíos no son más que unos piltrafillas. En el número 5, solo Balder y Tyr ya se cargan a un montón de sus soldados, y el propio jefazo viene a decir algo así como "ojito con los asgardianos, que cómo nos la lían". En el momento que vemos esto, ¿qué peligro suponen para un tipo como Thor y el resto de asgardianos? Ninguno.

Curiosamente, los propios asgardianos deben tomárselo de coña. Me hace gracia cuando en el primer capítulo Heimdall se aterroriza por la visión que ha tenido. "Oh, llegan los devoradores de mundos, es nuestro fin" dice. La gracia está en que nadie parece hacerle caso, ya que en el segundo episodio vuelve a hacer lo mismo, casi como el niño que quiere llamar la atención de los adultos. Pero ojo, porque hay más: en estos cómics debuta Eric Selving -el personaje que conocemos por la película de Thor-, un astrólogo que intenta advertir del peligro de los devoradores de mundos, pero que nadie se lo toma en serio. Primero, le explica lo que pasa a Volstagg, que está más centrado en la comida que sirven en el bar donde están. Luego, Selving accede al resto de dioses, pero por torpeza se apoya en la tumba de Odín y provoca la ira de Thor y Balder, por lo que es expulsado. Un elemento cómico está bien, yo no digo que no, pero quita fuerza a la supuesta amenaza de los devoradores. Pero claro, cuando vemos en el número 3 a Balder reconociendo que sabe de ese peligro y que le da absolutamente igual... En fin, que esto es de coña. Si ellos no se lo toman en serio, yo tampoco.

Como aquí cada uno va a su bola, Thor se empeña en que quiere un hermanito y que oye, pues igual Loki no era tan mal tipo después de todo, que en su infancia parecía majo. De una forma que no termino de entender, Thor lanza un grito al cielo y trae a su hermano de entre los muertos, solo que ahora Loki es un niño que embauca a los turistas parisinos con sus juegos de mano. Por supuesto, Thor lo busca y lo lleva a Asgard para sorpresa de todos, que alucinan con la decisión de traer al tipo que provocó la destrucción del Reino Dorado. Y no me extraña. La picaresca de este jovencísimo Loki y la divertida forma en que lo dibuja Ferry es, sin duda, lo mejor de estos cómics.

Total, que tenemos a los devoradores de mundos parloteando de una forma amenazante, asegurando que son la polla en vinagre, acercándose paulatinamente a Asgard... y a los dioses ensimismados con sus problemas y pasando completamente del tema. Es genial. Por cierto, que deberían darle a Balder el premio al personaje más depresivo, que ya lo recuerdo así desde los tiempos de Walt Simonson y dan ganas de que lo maten. Oh, espera, ¡eso es precisamente lo que pasa! Bien, Fraction, ¡algo bueno tenía que pasar en estos cómics! Solo espero que Thor no lance otro de esos gritos suyos y lo traiga de vuelta.

La cosa es que para cuando llegamos al quinto episodio, la historia ya huele. Mucho discurso, pero aquí no pasa nada. Así es que para que los dioses se lo tomen en serio, reciben la llegada de los supervivientes de esos mundos invandidos, por lo que Thor piensa "vaya, pues igual deberíamos dejarnos de gilipolleces y centrarnos en esto, ¿no?". Así es que el poderoso Dios del Trueno pega un martillazo a la tumba de Odín y este vuelve a la vida. De nuevo, me sorprende esa capacidad de resucitar que tiene Thor. Y como siempre, Odín tiene las respuestas a todo: sabe el origen de los villanos y la forma de vencerlos. Con todas las veces que ha muerto, ya podía haber dejado sus conocimientos por escrito y dejarlos en herencia a Thor, pero no, se lo tiene que llevar todo consigo. Odín debe ser uno de los personajes de comic más pesados. Siempre está igual, riñendo a sus hijos por tonterías cuando él es el mayor gilipollas de los Nueve Mundos. En fin, que Odín plantea una extraña estrategia: envolverá a Thor en una especie de masa y se convertirá en un gigante -un Mazinger Thor, para entendernos- para combatir a los enemigos... una parida como un templo, ya que a mitad tebeo, Thor se acuerda de lo que le decía Selving de que la solución estaba en "cortar el árbol del mundo desde la raiz" y va y lo hace. Es flipante. Thor, tío, Heimdall te decía que iba a haber un problema, Selving te daba la solución... y tú sin mover el culo hasta el último capítulo. En serio, ¿qué tipo de broma es esta?

Pues esto, señores, es el primer arco argumental de Matt Fraction en Thor. Por otro lado, el séptimo número de la edición española contiene también el número 620.1, uno de esos 'Point One' con los que Marvel intenta facilitar el acceso a los nuevos lectores. Es una historia autoconclusiva, bien escrita y dibujada, pero que no aporta nada destacable.

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