miércoles, 29 de agosto de 2012

Patrulla-X nº 69

Guion: Scott Lobdell
Dibujo: Salvador Larroca
Entintado: varios
Formato: grapa, 24 págs.
Editorial: Planeta DeAgostini (diciembre de 2001)
Recopila Uncanny X-Men nº 390 (marzo de 2001)

Lo mejor: ¿Euh?

Lo peor: Todo.

Puntuación: 1 sobre 10.

Este es uno de esos tebeos que son ideales para ir al baño, por que para otra cosa...

Allá por 2001, después de anunciar a bombo y platillo el regreso de Chris Claremont a las series mutantes y de echarlo a los seis meses, las series Uncanny X-Men y X-Men volvieron a las manos de Scott Lobdell, el guionista "odiado y temido" por los fans. Pese a que había permanecido en los títulos mutantes durante años, todavía le quedaban algunas cosas por resolver, como el virus del Legado, y de eso precisamente trata este comic.

Resulta que la Bestia resuelve el misterio y averigua cómo curar la enfermedad que puede acabar con la vida tanto de mutantes como de humanos. Pero hay un problema: igual que para proyectar la enfermedad fue necesaria la inaculación en una persona y que esta muriera, para liberar la cura es necesario el mismo proceso. Esto es un resumen que yo hago a partir de una explicación sin pies ni cabeza que Lobdell hace en boca de la Bestia. La verdad es que suena todo muy raro y tiene pinta de que es una excusa para cargarse a alguien. ¿Adivináis a quién? Pues sí, a Coloso. Tranquilos, recientemente ha vuelto a la vida en las páginas de Astonishing X-Men, así que la barbaridad cometida en este comic se ha quedado en nada.

Poco más que contar, la verdad. El amigo Lobdell intenta que la muerte sea lo más trágica posible y nos recuerda las palabras de Coloso en su primera aparición, en el Giant-Size X-Men, pero es todo tan artificial que cuesta derramar una lágrima. Los dibujos de Salvador Larroca tampoco ayudan: de una página a otra se nota el cambio de entintador y el propio valenciano tampoco parece muy motivado.

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