Dibujo: Mike Manley y Alvir Amancio
Tinta: Terry Austin
Portada: Mike Manley y Terry Austin

Estos tomos de Superman Aventuras me recuerdan a los viejos y también pequeños Pocket de ases de la extinta Bruguera dedicados al Hombre de Acero. Para lo bueno e incluso para lo malo. Para lo bueno porque las historias contenidas son especialmente buenas. Para lo malo porque ambas ediciones pecan de fallos similares.
Superman Aventuras recoge los episodios de la serie americana escritos por Mark Millar. El hoy escritor de The Ultimates hace aquí uno de sus trabajos más sencillos y efectivos a la vez. Por las características de la colección las historias tienen que ser autoconclusivas, desprovistas de excesiva violencia y sexualidad. Esto es así porque Superman Aventuras está inspirada en la serie de animación y la editorial considera que su público objetivo debe ser joven, casi infantil. El guionista tiene que limitar su imaginación a 22 páginas, cosa fácil para los de la vieja escuela, pero difícil para autores actuales, más acostumbrados a poder explayarse durante episodios y episodios. Así pues, los cinco capítulos contenidos en este Superman Aventuras nº 2 muestran cinco historias distintas, autoconclusivas y orientadas a un público joven. ¡Pero qué historias! En pocas páginas el escocés enfrenta a Superman con un amplio repertorio de villanos: Lex Luthor, Bizarro, Metallo, Mr. Mxyzptlk, Lobo, Darkseid e incluso con el Sombrero Loco. A Superman le pasa de todo, desde intercambiar su cuerpo con el de otra persona a exiliarse en el espacio por miedo a ser peligroso para la humanidad. Los cómics de Millar parecen sacados de la Edad de Plata por su sencillez, pero a la vez incluye información que los pone a otro nivel. Un claro ejemplo es una escena que muestra a un joven Lex Luthor con su padre, quien lleva una botella dando a entrever su alcoholismo. Se trata, en definitiva, de definir a los personajes en pocas líneas, viñetas y páginas.
¿Y qué tiene de malo la edición como para compararla con la de los Pocket de Ases? Básicamente en el formato. Bien cierto es que los dibujos de Mike Manley y Alvir Amancio no son los de, por ejemplo, Brian Hitch, y que no requieren de un formato amplísimo para lucir. Es verdad que gracias este formato se ofrece cinco cómics al módico precio de 1,10 euros cada uno. Pero también lo es que mucha gente puede salir espantada por este formato tan pequeño, denominado en Estados Unidos “Digest” y “de bolsillo” en nuestras tierras. La ausencia, por otra parte, de las portadas originales deja además una sensación un poco extraña. La misma que producían precisamente los viejos Pocket de Ases, que no recogían una portada original ni aunque la editorial recibiera una amenaza de muerte. Todo esto no quita el trabajo de Millar y los agradables dibujos de Manley y Alvir, entintados, por cierto, por el mítico Terry Austin. Un equipo creativo a la altura de un personaje como éste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario