Dibujo: Jim Aparo
Portada: Jim Aparo
Recopila Adventure Comics nº 341-340 y Wrath of the Spectre nº 4
Allá por los años 70, la cabecera Adventure Comics acogió en sus páginas las aventuras del Espectro. Durante varios números se publicaron unas historias protagonizadas por este personaje, de apenas 13 páginas pero que estaban cargadas de una violencia inusitada en aquellos tiempos. El guionista Michael Fleisher convirtió al Espectro en un auténtico vengador, haciendo que castigara a los criminales de las formas más estrambóticas posibles. Y es que el Espectro no tenía ningún reparo en, por ejemplo convertir a un delincuente en madera y trocearlo con una sierra. La verdad es que el Espectro hacía gala de un humor de lo más negro.
Pero no todo el mundo estaba de acuerdo con el enfoque que el guionista daba al Espectro, y muy pronto se cancelaron las aventuras de este personaje. Adventure Comics siguió, por supuesto, pero el puesto del Espectro se lo quedó Aquaman. Sin embargo, con el paso del tiempo esos cómics se volvieron míticos y en los años 80 DC decidió reeditarlos en una serie limitada titulada Wrath of the Spectre, que además incluía tres historias escritas por el propio Fleisher pero que no llegaron a a ver la luz. El tomo publicado por Planeta DeAgostini contiene todos estos cómics.
Quiero destacar varias cosas sobre estos cómics: lo primero es que, como ya he dicho anteriormente, las historias son muy violentas, y la forma en que mueren algunos personajes es de lo más expeditiva. Lo segundo es que aunque al principio parece que cada historia es independiente, a medida que pasan los números te das cuenta de que no es así, ya que hay una continuidad -y esto no era muy habitual en la DC de los 70. Lo tercero es que aquí los malos no son supervillanos, sino personas corrientes, de forma que la serie adquiere un estilo terrenal -a excepción del propio Espectro, claro está. Por último, me llama la atención que las historias no parecen claramente ubicadas en ninguna de las tierras paralelas pre-Crisis. Los estudiosos de la continuidad las sitúan en Tierra-Dos, pero me da la impresión de que lo único que le interesaba a Fleisher era contar unas historias sin importar en qué mundo tenían lugar.
Para terminar esta reseña, no puedo olvidarme de Jim Aparo, que es uno de los grandes reclamos de este comic. Considerado por muchos como "el Sal Buscema de DC", Aparo fue uno de los grandes artistas de la editorial: era capaz de dibujar, entintar y rotular el cómic él solo, siempre con gran nivel. Personalmente, yo descubrí a Aparo por sus trabajos en los 80, pero fue en los 70 cuando mostró su mejor nivel. La ira del Espectro es un buen ejemplo de ello.
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