lunes, 8 de junio de 2009

Gotham: Luz de gas

Guion: Brian Augustyn
Dibujo: Mike Mignola
Entintado: Mike Mignola
Portada:Mike Mignola
Recopila Gotham: by light
48 págs. 475 pts
A finales de los 80 DC Comics comenzó a publicar historias alternativas de sus personajes principales, los llamados Elseworlds (Otros mundos en castellano). Sin ánimo de calentarse la cabeza intentando que encajaran en continuidad alguna, estos relatos no buscaban más que mostrar a los protagonistas en escenarios y épocas un tanto atípicos. Aunque con el tiempo esta fórmula fue volviéndose un tanto aburrida, en sus inicios era curiosa porque permitía, por ejemplo, mostrar la llegada de Kal-El a la Tierra en los tiempos de la Edad Media.
La primera historia de este estilo fue Gotham: Luz de gas. Cómo no, protagonizada por Batman, aparentemente el más idóneo para hacer experimentos o tal vez simplemente porque en esos momentos estaba viviendo un momento dulce por el estreno de la película de Tim Burton. Sea como fuere, este cómic (catalogado como “una historia alternativa de Batman” porque el sello Elseworlds aún no existía) fue el primero de otros muchos que llegaron con los años.
Gotham: Luz de Gas se sitúa en el siglo XIX, con Jack El Destripador que llega a la ciudad de Gotham y comienza a hacer de las suyas. Esto obliga a un misterioso vigilante, Batman, a seguir su pista para impedir que cometa más asesinatos. Ésa sería la sinopsis del cómic, que no tiene mucho más que contar porque el argumento no da más de sí. Sorprendentemente, es un tebeo bastante popular entre los lectores. Probablemente no tanto por su calidad como sí por el hecho de que su dibujante es Mike Mignola, uno de esos autores que atrae a cientos de lectores aunque sea a una obra como ésta. Es un Mignola un tanto primerizo, que destaca pero sin sobresalir, y que dibuja una historia que no pasa de ser una traslación del mito de Batman a dicha época. Todo es tan obvio y simple que a las pocas páginas uno ya puede incluso imaginarse quién es Jack. En definitiva un cómic perfectamente olvidable excepto para los aficionados al artista.
Esta reseña está hecha a partir de la lectura del cómic de Zinco, pero sirve de igual forma para la edición de Norma, que es exactamente la misma excepto por el precio. Una curiosidad: los cómics de 48 páginas de Norma-DC salían a 5 €, pero éste se vendió a 6 €. Es de suponer que tenían tan clara su comercialidad que se permitieron el riesgo de subir un euro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario